sábado, 22 de junio de 2019

Vallibierna (3067 m)

Uno de los valles que más encanto tiene para mí en Benasque, es, sin duda, el Vallibierna. Y no será por las veces que lo he hecho! En 2017 coronamos la cima que lleva su nombre, dando así por zanjada una vieja ilusión.

Para lograrlo montamos un finde express Edu y yo, planeando dormir en la Senarta (llegando pasadas las 00.00 de la noche...) y cogiendo el bus que remonta el valle a las 05.00 y nos deja en el puente de Coronas, delante el refugio Pescadores o Coronas.

Dicho y echo, tras montar como pudimos la tienda pasadas las 12, y pasar una "cálida" noche de Agosto alrededor de los 4 grados (manda narices) durmiendo 4 horitas, nos ponemos en marcha para coger el bus. El valle es espectacular, y lo apreciamos mejor de vuelta, al ser de día. Es largo y sinuoso pero tiene un encanto único.

Llegados al refugio cogemos rumbo directo a nuestro destino, parece que iremos solos pues los que nos acompañan se entretienen en el puente o nos abandonan en el desvío hacia el collado Coronas. La ruta nos llevará a los Ibones de vallibierna, por un camino bien marcado que coincide con el GR11. Llegaremos a la pleta de Llosas y primero alcanzamos el ibón bajo, para posteriormente llegar al ibón alto, donde abandonaremos el GR11 tras bordearlo, para girar bruscamente a la derecha y empezar una fuerte subida hasta el Ibón gelat, por camino pedregoso que nos obliga a ir buscando los hitos y a ir sacando la lengua de vez en cuando. En ese punto, tras girarme a contemplar la pendiente, vemos ya imponente a nuestra espaldas, el coloso del Pirineo, el Aneto.

La llegada al Ibón gelat nos permite contemplar el embalse de Llauset a nuestra izquierda a lo lejos, así como el Vallibierna y su inmensa pared que remontaremos pacientemente hasta llegar a su cresta. Una vez en la cresta un fuerte viento y el tiempo nos hacen dudar si llegar a la cima propiamente dicha, pues es algoi aérea y conociéndonos casi nos paramos a pocos metros de la cima. Al final y tras comprobar que se puede hacer sin problemas poquito a poquito, llegamos ahora sí a la cima de la Tuca Vallibierna. El paso del caballo que nos llevaría a la Tuca Culebras lo vemos desde arriba y nos conformamos con ello.

El descenso para poder volver con el bus del refugio Pescadores al plan de la Senarta, sin perder la tarde, lo hacemos con brío y hasta trotando en algún punto, culminando así una nueva cima y un nuevo valle en nuestras mochilas. Como siempre, ruta 100% recomendable y "casi" obligada si amas a la montaña.

Amaneciendo en el Ibón bajo

Seguimos hasta el Ibón alto antes de abandonar el GR11
El Aneto imponente, a nuestras espaldas
Paisaje lunar, ahora viene el tramo final

En el Ibón gelat, ya vemos el Vallibierna
En la cresta, embalse de Llosás al fondo
El tándem en la cima!

Selfie de rigor a 3000 metros
El Vallibierna a mis pies

Volviendo al puente de Coronas y refugio Pescadores, Culebras al fondo

No hay comentarios: